La vida y las redes sociales / Life And Social Media
Some thoughts about this digital era.
Nadie duda de que nos está tocando vivir una época llena de innovaciones tecnológicas y de múltiples posibilidades de comunicación; en tiempo real puedes ver lo que sucede en Indonesia, Pakistán, Rusia, Acámbaro, Lima o San Francisco, y no sólo eso, puedes comunicarte con habitantes de esos lugares simultáneamente. Aquello que veíamos suceder en películas de James Bond o de ciencia ficción es ahora una realidad.
Las maneras de comunicarnos se han multiplicado, así como los espacios virtuales para hacerlo, es decir, las redes sociales. Desde hace más de 30 años ya contábamos con correos electrónicos y, sin imaginarlo, abrió el mundo que se venía en las próximas décadas.
Todas las redes sociales ofrecen prácticamente lo mismo: inmediatez para conocer los sucesos del momento, para saber dónde se encuentra nuestro artista favorito o adonde viajará, escuchar lo último del chismorreo artístico o deportivo... cualquier cosa está al alcance de cualquiera de nosotros en cualquier instante.
La privacidad, o aquel espacio que considerábamos propio o personal, ha quedado atrás sin apenas darnos cuenta; al contrario, somos nosotros quienes aportamos la información que puebla las redes sociales: decimos qué comemos, con quién y dónde; “subimos” fotos o videos de nuestros encuentros con amigos o parientes, o videos personales donde narramos algo de interés o hasta, incluso, contamos con canal de YouTube para ello.
Instagram, WhatsApp, Facebook, Twitter y YouTube, entre otras, se han vuelto el lugar donde ocurren las cosas: la reunión de amigos, comentar la película del momento, saber la bitácora del luchador o el político, acercarse a las noticias o a gustos particulares de la vida, la escuela o el amor.
Antiguamente, algunos lo recordarán, eso sucedía en las casas o departamentos, o en el viaje a un lugar turístico o en el cine para ver el estreno de la película esperada y, con suerte, ver al famoso actor.
Nuestra vida se ha vuelto casi virtual, más aún por el tiempo de pandemia que nos ha tocado vivir o sufrir. La pregunta sería: ¿volverán aquellas reuniones sociales donde frente a frente podrás ver a la persona querida o al familiar o los amigos?
Por el momento, parece incierto pronunciarse con certeza sobre qué ocurrirá. Por lo pronto, las redes se han vuelto parte de la vida misma, cuando no, la vida en sí para más de uno.
Me atrevo a decir que vendrán nuevas formas de socializar, sin perder algo de lo viejo y lo nuevo, bajo un nuevo esquema, incluso sanitario, donde ocurran los encuentros. Habrá protocolos y prácticas sociales que definirán el futuro de las reuniones y zonas de esparcimiento social.
Quizá somos afortunados de vivir estos tiempos, ¿caóticos, inciertos, prometedores? Ya se verá.
It's everywhere! Technological innovations and multiple communication possibilities are shaping the world. We can see what's happening in Indonesia, Pakistan, Russia, Acámbaro, Lima, or San Francisco in real-time. And not only that, we can communicate with people from those places simultaneously. What we saw in James Bond or science fiction movies is now a reality.
The ways of communicating have multiplied, as well as the virtual spaces to do so, that is, social networks. For more than 30 years, we already had emails, and without imagining it, that was a preview of the upcoming world.
All social networks offer practically the same thing: immediacy. We can catch up with the trends; know where our favorite artist is, or where he/she is travelling; listen to the new sports gossip... anything is available for us at any moment.
Privacy has been left behind without even realizing it. We are the ones who provide the information that feeds social media: we say what we eat, with whom and where. We upload photos or videos of our meetings with friends or relatives or personal videos where we narrate something interesting. Some of us have a YouTube channel for it.
Instagram, WhatsApp, Facebook, Twitter, and YouTube, among others, have become the places where things happen: meeting friends, commenting on a new movie, knowing the blog of the fighter or the politician, getting closer to the news, school, or love.
The old ones can remember that those things used to happen in houses or apartments, on a trip, or in the cinema. Today, our life has become almost virtual, even more so due to the pandemic that we lived and suffered.
The question would be: will those old social meetings come back? Those moments to see your loved one or family member, or friends face to face.
At the moment, it seems uncertain to know what will happen. So far, social media has become part of life itself, when not, life itself for more than one. I dare to say that new ways of socializing will come, without losing something of the old and the new, under a new scheme, including health precautions where encounters occur.
There will be social protocols and practices that will define the future of social meetings and recreation areas. Perhaps we are fortunate to live in these chaotic, uncertain, promising times? We will see.
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