¿Eres emocionalmente inmaduro(a)?

Estar en una relación con una persona emocionalmente inmadura pasa más de lo que nos imaginamos, a veces podemos ser nosotros mismos

La inmadurez emocional podría definirse como una condición en la que las personas creen que el mundo gira alrededor de ellos y no han renunciado a los deseos o fantasías de la infancia.

También se puede manifestar en el deseo que la realidad se amolde a su gusto y esto puede crear frustraciones en ellos o las personas que les rodean.

Una persona con inmadurez emocional tiene dificultades para comunicar o procesar sus emociones. Por esta razón, tampoco pueden comprender las emociones de los demás. Y esto sucede con mucha frecuencia, más de lo que nos imaginamos, a veces podemos ser nosotros mismos.

Por el contrario, la madurez emocional podría definirse como un estado de fortaleza y templanza que conduce a actuaciones realistas y equilibradas.

Pero ¿cómo saber si eres emocionalmente inmaduro si las emociones no son cuantificables y tampoco es correcto etiquetar a las personas? Bueno, la madurez o inmadurez se muestra a través de rasgos de comportamiento.

Estas son características de las personas emocionalmente inmaduras:

Evita temas incómodos

Tiene dificultades para abrirse con alguien y no le gusta revelar mucho sobre sí.

No es responsable de sus errores

Rara vez o casi nunca piensa que tiene la culpa de algo, puede culpar a cualquiera menos a sí mismo.

Siempre es “yo, yo, yo”

Es egocéntrica y siempre pide atención, le cuesta entender que no todo gira a su alrededor.

No le gusta el compromiso

El compromiso y pasar al siguiente nivel la hace sentir fuera de control.

No tiene empatía

Es incapaz de brindar apoyo emocional porque no entiende las emociones de los demás.

Sus emociones dominan

Actúa por impulso, cuando se siente ofendida o atacada hace y dice cosas imprudentes.

Todos estos rasgos de inmadurez no existen ni se mantienen por decisión consciente. Casi siempre obedecen a vacíos o grietas durante la infancia. O también pueden ser una consecuencia de experiencias desafortunadas que una persona ha vivido.

Como consejo: no regales tu energía a personas emocionalmente inmaduras, o si consideras que tú lo eres es pertinente ser autocrítico. Si eres así, o conoces a alguien así, no se trata de señalar ni etiquetar.

En realidad lo importante es tomar conciencia y cambiar los comportamientos, impulsar tu propio crecimiento puede conducirte a una vida más sana y a tener relaciones personales constructivas.